Tema 3: La comunicación

El esquema de comunicación clásico, propuesto por Jackobson, se basa en la transmisión de un mensaje codificado por parte de un emisor y en su descodificación por parte de un destinatario o receptor. Pero la comunicación no consiste únicamente en esto, sino que esta se fundamenta también en la interacción y en la intencionalidad comunicativa, lo cual no se ve reflejado en este esquema. 

Además, el papel del contexto es mucho más importante, ya que es este el principal responsable de fijar y concretar el significado de muchas palabras. Para lograr interpretar un mensaje no es suficiente con descodificar su contenido mediante el conocimiento del código, sino que este debe de ser completado de manera adecuada con todos los demás conocimientos que se poseen sobre el mundo y sobre el contexto comunicativo. Asimismo, la relación existente entre el emisor y el receptor, es decir, la distancia social, es clave en este proceso, ya que, en función de cómo sea, se determinarán las elecciones lingüísticas que se utilizarán.

Por ello, Escandell creó un nuevo esquema del proceso comunicativo en el que sí se recogen estos aspectos.

También tenemos que considerar que transmitir nueva información es solo una de las finalidades comunicativas humanas, pero no la única ni la más importante. Comunicarnos nos permite manifestar nuestros pensamientos y emociones, influenciar a los demás, y realizar acciones como saludar, agradecer o insultar.

Las intenciones comunicativas, se pueden agrupar en función al tipo de acción que el emisor lleva a cabo, pudiendo ser estas: asertivas, directivas, compromisivas, expresivas o declarativas. La fuerza ilocutiva del enunciado surge como consecuencia del uso voluntario de la señal. Además, es importante destacar que no siempre se comunica nuestra intencionalidad, sino que muchas veces esta se enmascara debido a las diferentes relaciones existentes entre el emisor y el receptor. 

Durante el proceso de comunicación, el receptor debe someter la señal recibida a un doble proceso. Siendo el primero de descodificación, en el que se empareja la señal lingüística con una representación mental; y el segundo, un proceso de inferencia, en el que se liga estas representaciones que hemos formado, con otras que posee el individuo, logrando así enriquecerla y conectar lo que se comunica explícitamente con aquello que se comunica de forma implícita. Estos dos procesos, permiten que el destinatario amplíe, modifique o elimine las representaciones mentales que poseía.

Estas representaciones forman un conjunto que es en parte individual y en parte compartido con los otros individuos de una misma cultura, lo cual garantiza el éxito de la comunicación. Esto se produce debido a que el individuo adquiere los patrones sociales de su cultura mediante un proceso implícito por el que interioriza las pautas de su grupo. 

Por tanto, podemos decir que comunicarse consiste en construir una representación mental que nos permite deducir e imaginar lo que los interlocutores nos quieren transmitir. Para ello se emplean señales, gracias a las cuales podemos reconstruir los mensajes. Por tanto, la comunicación es un proceso intencional, de inferencias, es decir, de razonamientos y deducciones, y ostensivo, manifestando explícitamente la puesta en marcha de la interacción.

Durante el trascurso de este tema, hemos desarrollado un par de actividades, las cuales nos han permitido afianzar mejor los conocimientos que habíamos adquirido en él.

En la primera actividad que realizamos, tuvimos que seleccionar una de las viñetas que podíamos encontrar en la página web de la asignatura, en las cuales se representaba un chiste y, posteriormente, debíamos de analizar por qué nos resultaba este gracioso. Además, para completar esta explicación podíamos realizar el visionado de la conferencia "Por qué nos hacen gracia los chistes" de Manuel Leonetti.

En la segunda actividad, debíamos de analizar los contenidos de los currículos tanto de Infantil como de Primaria, verificando si en estos se recogía la importancia de tratar el proceso comunicativo.  

Además, nosotros mismos, por grupos, tuvimos que diseñar una actividad para Educación Infantil, en la que se trataran estos contenidos. En el caso de mi grupo realizamos una actividad mediante adivinanzas, la cual enfocamos para que en ella se trabajaran tanto los procesos de inferencia como de ostensión. 

Como conclusión, tras haber finalizado el tema, me gustaría decir que este me ha resultado muy interesante debido a que a mí siempre me enseñaron el esquema de comunicación clásico, el cual nunca llegué a cuestionarme. Sin embargo, gracias a los contenidos impartidos, he podido darme cuenta de que este modelo es en realidad demasiado simplista y, por tanto, resulta insuficiente a la hora de representar un auténtico proceso comunicativo. Respecto a las actividades debo decir que me gustó especialmente la segunda, ya que gracias a ella, pudimos llevar a la práctica los conocimientos adquiridos diseñando una actividad para los niños de Educación Infantil, lo cual considero fundamental, ya que como futuros docentes, debemos de estar capacitados para tratar estos contenidos con los niños. 

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