Tema 6: El sexismo en el lenguaje

Un objetivo fundamental en la Educación es la igualdad para hombres y mujeres tanto en derechos como en oportunidades. No hace muchos años los niños y las niñas recibían una educación diferenciada con currículos diferentes. En las escuelas se les educaba por separado. Actualmente, aunque los centros educativos son mixtos, en algunos aspectos podemos encontrar una educación androcéntrica que se transmite explícitamente o en el currículum oculto. Es preciso realizar una coeducación (con currículos únicos, transmitiendo una cultura que no sea androcéntrica y con igualdad de oportunidades para niños y niñas) para obtener una sociedad igualitaria.

Coeducar significa suprimir estereotipos sobre las características que poseen las mujeres y los hombres. Para coeducar es necesaria la intervención intencionada y explícita por parte de las instituciones educativas. El objetivo de la coeducación es eliminar los elementos discriminatorios en la ideología y en la práctica educativa.

La lengua es una herramienta que sirve para transmitir la cultura de unas generaciones a otras. La utilización de la lengua que se realiza en la escuela transmite los significados culturales que tenemos, por tanto no se debe utilizar el lenguaje sexista ni un lenguaje en el que la mujer es invisibilizada.

En el uso de la lengua se manifiestan aspectos sexistas en los siguientes niveles: léxico, morfosintáctico y pragmático. 

  • A nivel léxico: Existen adjetivos en los que el masculino tiene connotaciones positivas mientras que en el femenino posee connotaciones negativas (por ejemplo: golfo/golfa; ligero/ ligera; zorro/zorra). Con algunos sustantivos pasa lo mismo por ejemplo: hombrezuelo, mujerzuela. También podemos encontrar asociaciones léxicas estereotipadas y refranes sexistas.
  • A nivel morfo-sintáctico: podemos encontrar dos situaciones en el que el lenguaje puede invisibilizar a la mujer. La primera es el masculino inclusivo, extensivo o genérico, es decir, la utilización del masculino para referirnos a seres de ambos sexos, por ejemplo: el hombre prehistórico (hace referencia a los hombres y mujeres de la prehistoria). Para evitar la invisibilización de la mujer en el masculino inclusivo, recientemente se ha extendido la costumbre de expresar explícitamente a ambos sexos, pero, para eliminar estas repeticiones, por economía expresiva, se han buscado otras soluciones, como decir "las personas", "el alumnado", etc., en las que no se hace mención específica a ninguno de los dos sexos. La segunda situación es la formación del femenino en profesiones, cargos, títulos o actividades humanas, influenciada por cuestiones formales (la etimología y la terminación del masculino), así como por condicionamientos socioculturales o históricos.
  • A nivel pragmático: La lengua puede manifestar aspectos androcéntricos de la sociedad en diversas situaciones como: utilizando términos de tratamiento, por ejemplo: "señorita", para designar a una mujer soltera, sin embargo, para referirse a un hombre soltero no hay término de tratamiento; empleando formas de tratamiento androcéntricas como: "la señora de Pérez"; haciendo uso de nombres de pila para designar a la mujer, frente a la utilización del apellido para referirse al hombre;  disimetrías en la denominación, mediante procedimientos discursivos en los que se atribuye un papel de objeto en las acciones en lugar de agentes, por ejemplo: "viajaban en avión dos turistas alemanes con sus mujeres". 

El lenguaje y los estereotipos sexistas pueden transmitirse de múltiples maneras a los más pequeños, pero, sin duda, los cuentos y las películas tienen un papel fundamental en la adquisición de estos durante la infancia. Las famosas películas de Disney y muchos de los cuentos clásicos fomentan su adquisición. Por ello, es importante que tanto los padres y madres, como los docentes, analicen los mensajes que nos transmiten y sean selectivos a la hora de escoger este tipo de recursos.  

Como conclusión, tras haber finalizado el tema, me gustaría decir que considero que este ha sido fundamental en la asignatura. El sexismo está muy presente en nuestra sociedad y, desgraciadamente, la escuela, aunque sea de manera inconsciente, a través del currículum oculto, transmite este tipo de mensajes a los alumnos y alumnas. Por ello es imprescindible que los docentes tomemos conciencia de esto, tanto a la hora de emplear el lenguaje como de seleccionar los materiales que se utilizarán durante las clases (cuentos, películas, juegos, publicidad y catálogos, etc.) Solo así lograremos cumplir realmente uno de los objetivos primordiales de la Educación, ofrecer tanto a los niños como a las niñas una igualdad en derechos y oportunidades. 

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